Dr. Julio Jané : Radioterapia en Cuba

Quiero dedicar este artículo al Dr. Félix E. Chávez (In memoriam) biznieto del Dr. Jané y también a mi hijo Eduardo que es Físico Radiólogo y sigue la escondida senda ….

La radiactividad  es un fenómeno por el cual algunos elementos químicos se desintegran emitiendo radiaciones. Estas radiaciones tienen cierto poder de penetración en la materia  y pueden producir cambios físicos, químicos y biológicos en ella.

Aunque es un fenómeno natural, tiene en general unos efectos muy bajos debido a la enorme dispersión de los materiales radiactivos y eso explica que no fuera descubierta hasta 1898 por el científico francés Henry Becquerel.

El estudio de los fenómenos radiactivos comienza pues en los albores del siglo XX y produce consecuencias y aplicaciones violentas como las armas atómicas y también otras pacíficas como las Centrales Nucleares para producir energía eléctrica y el uso de las radiaciones para producir mutaciones y alteraciones genéticas. (Una buena parte de las especies animales y vegetales actuales se han producido por la acción aleatoria de la radiación cósmica natural convirtiendo muchas especies silvestres en otras modernas).

Una de esas aplicaciones es la radioterapia que es una rama de la medicina basada en el empleo de radiaciones ionizantes como rayos X o radiactividad (radiaciones alfa, beta y gamma) . Es un tipo de tratamiento oncológico que utiliza esas radiaciones para eliminar las células tumorales, (generalmente cancerígenas), en la parte del organismo donde se apliquen (tratamiento local). La radioterapia actúa sobre el tumor, destruyendo las células malignas y así impide que crezcan y se reproduzcan. Esta acción también puede ejercerse sobre los tejidos normales pero los tejidos tumorales son más sensibles a la radiación y no pueden reparar el daño producido de forma tan eficiente como lo hace el tejido normal, de manera que son destruidos bloqueando el ciclo celular.

El Dr. Julio Jané Jané fue uno de los médicos radiólogos más relevantes de la medicina cubana. Era de ascendencia catalana, como se intuye fácilmente por sus apellidos (de la ciudad de Mataró en la provincia de Barcelona). El Dr. Jané y el Dr. J. Robert Oppenheimer, conocido periodísticamente como uno de los padres de la bomba atómica, estuvieron unidos por una amistad de varios años y una estrecha relación profesional.

Ser amigo y conocido de Oppenheimer no es cualquier cosa ya que este científico estadounidense fue un físico de primera magnitud  y el director científico del proyecto Manhattan que durante la Segunda Guerra Mundial consiguió desarrollar la primera arma nuclear en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos.

Parece que Oppenheimer tuvo después remordimientos y expresó su pesar por el fallecimiento de víctimas inocentes cuando las bombas nucleares fueron lanzadas contra las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Al terminar la guerra, fue el jefe consultor de la recién creada Comisión de Energía Atómica y utilizó esa posición para apoyar el control internacional de armas atómicas y para oponerse a la carrera armamentista nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Sus actitudes provocaron con frecuencia la ira de los políticos hasta el punto que en 1954 se le despojó de su nivel de seguridad, perdiendo el acceso a los documentos militares secretos de su país. Poco a poco su capacidad de influir fue disminuyendo, pero continuó dando charlas y trabajando como físico. Diez años más tarde, el Presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson lo condecoró con el Premio Enrico Fermi (otro físico nuclear italiano) en un intento de rehabilitarlo políticamente.

 El carácter del Dr. Jané era  impetuoso aunque de una extrema amabilidad en el trato social y un comportamiento de auténtico caballero. Vivió enamorado hasta la médula de su joven esposa, con quien tuvo dos hijos. Se preparó en las más importantes ciudades de Europa y Estados Unidos obteniendo títulos de mucho prestigio.

Perteneció al Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo)  y al reunirse en ocasiones en su casa, en alguna de aquellas sesiones, el ya prestigioso Dr. Jané se encontró, entre muchas otras figuras históricas de aquellos tiempos, con un jovencísimo Fidel Castro.

Había nacido en Guantánamo el 22 de octubre de 1901 siendo hijo del doctor en Farmacia Dn. Pablo Jané Trocné y de su prima  Julia Jané Escobedo. Pablo,  murió joven y antes de expirar  expresó su última voluntad: le gustaría que  Julio estudiara y se convirtiera en un gran médico. Para poder hacer realidad su sueño, dejaba como heredera a su joven   esposa de una apreciable fortuna, que incluía una extensa zona del sur de la ciudad,  conocida como La Isleta, que se extendía hasta la bahía de Guantánamo.

En 1909, a los  ocho años de edad enviaron al niño a estudiar a Barcelona, donde permaneció hasta 1915, cuando cumplió los 14 años y terminó la enseñanza primaria.  Regresó a Guantánamo y  continuó los estudios en el Colegio Dolores, en Santiago de Cuba, donde cursó los estudios de bachiller. Ese centro contribuyó a forjar una voluntad férrea y un espíritu hecho para el sacrificio.

Tras graduarse en 1920,  inició los estudios en la Escuela de Medicina de París al año siguiente, sobresaliendo entre los  estudiantes latinos por su entrega al estudio con un apasionado  afán de investigación. De 1922 al 1927, obtuvo siempre brillantes notas y sus profesores en las disciplinas académicas  lo destacaban siempre como referente de las prácticas médicas.

Consciente de que el radio había revolucionado las ciencias físicas y que su aplicación en la medicina había constituido el hallazgo más novedoso de la terapéutica médica para varias enfermedades, Jané realizó en 1922 un curso de especialización de Radiología. Al año siguiente superó los exámenes de residente en el Centro Anticanceroso Croix Saint Simon.

 En 1925 se convierte en el primer  latinoamericano especialista en Radiología y Radiodiagnóstico. En 1927 con 26 años se gradúa de  Doctor en Medicina  en la Universidad de La Sorbona. En Cuba, por entonces, no era exagerado decir que estudiar medicina era una excepción y en París un privilegio casi inalcanzable.

Después regresa por poco tiempo a la Patria en el vapor  “Atlantic” y antes de que concluya ese año, es propuesto para ocupar la directiva de los servicios quirúrgicos del Centro Anticanceroso del Hospital Lariboisière, de Paris. Por entonces la radiología era lo más novedoso que se había descubierto para la terapéutica anticancerosa. Se matriculó entonces en  el curso de adiestramiento sobre Radiología y Radiodiagnóstico.

La ciencia oncológica no había prácticamente empezado y ya Julio la perseguía con denodado afán. De 1928 hasta el 1935 acumuló certificados de los más prestigiosos cursos y talleres científicos impartidos por la sociedad médica francesa y en particular por el  Instituto del Radio.

Convertido en asistente de Madame Curie,  casi convivió en el laboratorio del Instituto Pasteur con aquella excepcional mujer que siguió la obra científica de su esposo Pierre (murió atropellado por una carruaje en París)con la pasión que solo el amor puede lograr. Una vez más encontramos a nuestro ilustre personaje rodeado de lo mejor de la Ciencia a nivel mundial.

Efectivamente, Marie Salomea Skłodowska , conocida habitualmente como Marie Curie, era una química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, fue, entre otros méritos, la primera persona en recibir dos premios Nobel (de Física en 1903 y de Química en 1910) y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París. (Su hija Irene y el marido de ésta también tuvieron premio Nobel de Química en 1935).

Para un médico latino, cubano, ser nombrado asistente de la Dra. Curie, era un obsequio de la suerte y un gran privilegio. Durante siete años desde 1928 a 1935, Julio trabajó con dedicación en los servicios del radio y la radioterapia.

Al morir Madame Curie (murió de leucemia por no haberse protegido de las radiaciones), Julio se dedicó al trabajo en el campo de los isótopos y en las aleaciones del aluminio, una rama específica de la investigación nuclear, que en aquellos momentos se desarrollaba por la comunidad científica mundial con fines pacíficos. Era un proyecto inédito para la época que no fue comprendido en todo su alcance en la Sorbona. Era para él un gran reto que no pudo prosperar en aquellos años de preguerra.

Decidió entonces volver a Cuba y llegó a Guantánamo en las Navidades de 1937.  Deseaba establecerse en su tierra natal y con cierto aire de romanticismo servir a los suyos como médico. Pensó en practicar la medicina privada y conceder un día de consulta gratuita. Ante el abandono de la sanidad que había entonces, contribuyó a organizar una campaña de higiene pero fuerzas movidas por oscuros intereses políticos y de enemigos gratuitos, lo acusaron de subversivo por respaldar aquella loable iniciativa.

Tomó entonces la decisión de establecerse en La Habana. Conoció y se casó más tarde con Juana Concepción Reyes y auxiliado por su joven esposa, el Dr. Jané fundó en el Vedado el Centro Privado de Electroterapia y Radioterapia. Era el comienzo de una nueva etapa.

En 1942 con el  apoyo de otros colegas organizó la Primera Jornada de Cancerología y contribuyó a fundar después, el Instituto del Radio,  adjunto al Hospital Reina Mercedes. En estos años no le faltaron ofertas para trabajar en Barcelona y Nueva York, donde recibiría un jugoso salario, propuestas que rechazó.

Ya establecido retomó un viejo sueño: trabajar en un amplio y costoso proyecto que permitiera aplicar la energía nuclear en su uso pacífico para la cura del cáncer y la conservación de los alimentos.

Intentó entonces el sueño de crear en la propiedad La Isleta, al sur de su ciudad natal, un centro científico. Quiso convertir aquel lugar en un centro para la crianza de animales destinados a las investigaciones médicas y cultivos sometidos a la tecnología aplicada de las radiaciones para su conservación pero encontró falta de apoyo, lo que provocó la  frustración de su más querido sueño de hombre de ciencia.

El Dr. Jané se dio a conocer como un médico de cualidades humanas excepcionales. En su consulta no solo acudía el paciente de cómoda posición económica, sino los enfermos pobres que él atendía con la misma pasión profesional y humana. Julio aprendió a valorar el Código de Hipócrates no como un mandato frío, menos como un texto de formalidad profesional y vaga importancia, solo para decir en los discursos, sino lo asumió como un compromiso serio con sus pacientes, dentro del hospital, en su consulta y hasta en la calle. La medicina para él no era un medio sino un fin.

Trató de impulsar su propuesta educativa de profundo contenido popular acerca de lo que significaba para el país el trabajo de los átomos para la paz, la aplicación de los isótopos para el adelanto no solo de la medicina, sino la industria y la agricultura. Era un mensaje en la lucha por salir de la sociedad del monocultivo. Organizó conferencias en la Universidad de La Habana. El Aula Magna, fu la sede por excelencia para sus diálogos periódicos sobre los adelantos de la ciencia. También la histórica Plaza Cadenas sirvió de escenario para dar a conocer sus ideas.

Ingresó en el Partido Ortodoxo y estrechando amistad con el Dr. Eduardo Chibás,  participó en numerosas acciones. Ante el suicidio de Chibás, se trasladó al hospital donde el líder se encontraba aún grave pero no le dejaron pasar a la habitación en que se encontraba su amigo, que falleció poco después.  Jané logró estudiar la historia clínica y denunció ante la prensa que Chibás fue víctima de una maquinación de galenos corruptos y políticos. Críticas que provocaron una oleada de represiones contra él.

A partir de esos momentos Jané,  fue constantemente espiado por los cuerpos represivos del régimen de Batista, que teniendo en cuenta el prestigio que tenía el científico, lo consideraron un hombre peligroso. Su vivienda y el  laboratorio del guantanamero fueron registrados por ese motivo.  La respuesta de Jané fue  colaborar con el  Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario. 

En 1955 participó en el curso del Instituto de Estudios Nucleares, en  Oak Ridge,  Estados Unidos. Los colegas latinoamericanos lo designaron para que hablase en representación de ellos en acto de clausura. Ya era un nombre reconocido en el ámbito internacional y no le faltaban ofertas en la capital francesa para trabajar en el campo de la medicina nuclear. Él se había fijado una meta: hacer conciencia con la ciencia y nada podría desviarlo de ese objetivo. El escenario político cubano le era adverso, pero él no dejó de trabajar.

El dictador Fulgencio  Batista pretendió desarrollar un mediocre proyecto nuclear y un congreso, con sus acólitos. Julio se oponía a la politización de aquel programa. Sus amigos, científicos norteamericanos, empezando por el Dr. Aebersold, debían saber la maniobra del gobierno. Era necesario remontar el proyecto que él, con Chibás, había concebido años antes. La muerte del político frustró sus deseos, pero ahí quedó el impulso de la Fundación para el Progreso de la Ciencia que se propuso sacar del marco de la burocracia oficial, lo que realmente se hacía por la vocación científica y patriótica de sus miembros. Finalmente venció Jané y el proyecto y el congreso del dictador fue desestimado.

A partir del triunfo de la Revolución cubana, Jané continuó su labor científica y desempeñó diversas responsabilidades en la salud pública. En los momentos de peligro para la Patria ocupó su puesto de combate como oficial médico en unidades militares, incluyendo la Crisis de Octubre de 1962, en que dirigió los servicios médicos de las FAR en la Isla de Pino.

La fecunda vida del  Dr. Jané, se identifica por la sencillez de un soldado de la ciencia, de un comunicador de las virtudes de la medicina social. Así fue transcurriendo la última etapa de aquel hombre: trabajando, auscultando, tomando el pulso de los que sufren, hablando con ese aliento de fe que llevaba en sus palabras y el sabio consejo del Maestro.

El Dr. Julio Jané Jané no dejó de creer nunca en el mejoramiento humano: ese fue el principal sentido de su existencia. Y esa vida se apagó en la mañana del 8 de agosto de 1972, a los setenta y un años, dejando una estela de amor en su familia, en la ciencia y en su pueblo.

 

Acerca de almejeiras

Me gusta Cuba y por eso hago este blog.
Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

9 respuestas a Dr. Julio Jané : Radioterapia en Cuba

  1. Lidia dijo:

    Estimado señor:El autor de la entrada en el blog El Bosque Escrito sobre Mi bisabuelo, el doctor Julio Jané, fue asesinado en México DF el pasado 11 de junio, precisamente en la casa de nieto del Doctor Julio Jané, su tio Pablo Vladimir Jané. Ese día asesinaron a tres personas mas, la esposa de su tio y sus suegros, él estaba de paso en México haciendo unas cátedras en la Universidad Autónoma de México. El domingo próximo, día 28 cumpliría 35 años. Yo soy su madre, mi nombre es Lidia y le escribo porque me doy cuenta que no conoce usted sobre este trágico y triste suceso. Mi hijo se nombraba Félix Ernesto Chávez López y era Doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, trabajaba en la Universidad Autónoma de Madrid y residía en Madrid en esos momentos.
    Le pasaré el enlace de su blog al hijo del doctor Julio jané, Pablo Jané Concepción, que vive en Cuba y que seguramente será el mejor crítico de su entrada.
    Gracias por su delicadeza de enviar su entrada a mi hijo.

  2. Josiel Barrios dijo:

    Hola, estudio Radioquímica y estoy interesado en la vida del Dr. Julio Jané, pretendo aumentar el conocimiento sobre su vida en los que nos dedicamos a esta área de la ciencia, en Cuba. Me complacería enormemente si pudiera enviarme algo más para seguir investigando. Muy buen artículo… Muchas Gracias.

    • almejeiras dijo:

      Estimado amigo Josiel: Aprecio mucho tu comentario. Te he enviado un e-mail con detalles y espero que quedes complacido. Si no lo recibes, ponte en contacto de nuevo conmigo. Y suerte en tus estudios. Te felicito.
      Un saludo

  3. Flora María Carral Pérez dijo:

    Lydia, aunque en estos momentos no sé quien es Ud. le acompano en su dolor que hago un poco mio porque aunque estoy muy confusa si siempre me he sentido como una hermana de Pablito y aunque un poco menos quizas, de Julieta tambien. Un abrazo a Cachita, si es posible, y, por favor, ponerme en contacto con el Lic, Pablo Jané Concepcion. Soy Florita. Si no he podido contactar antes ha sido debido a muy graves problemas de salud.

    • Pablo Jané Concepción dijo:

      Hola Florita, muy feliz de saber de ti. Hoy estoy compartiendo con un amigo de la juventud nuestros 75 años en su casa en Miami junto a mi hija Tania. Tu siempre estas a mi lado como una hermana mas. La semana próxima regreso a la isla.

Deja un comentario